MUJERES QUE CONSTRUYEN Y AVANZAN: "GRACIAS A ESTE TRABAJO PUEDO AYUDAR A MIS PADRES Y HERMANOS"

La localidad de Aimogasta, departamento Arauco en La Rioja, es una de las principales exportadoras de aceitunas del país, en donde conviven más de 1.000 productores dedicados a la olivicultura, generando una cifra superior a las 600 fuentes de empleo. Según los últimos registros, hay destinadas más de 13.000 hectáreas al desarrollo de esta fruta, y llegan a su cosecha pobladores de diversos puntos cardinales de la región, como es el caso de Andalgalá.

Aunque el sector empresarial se viene quejando que por lo general cuesta completar el cupo de trabajadores, son muchos los cosecheros oriundos de la Perla del Oeste que emigran hasta la vecina provincia con el objetivo de acceder a un ingreso diario de recursos, así como lo decidió por tercera vez consecutiva, Vanessa Vedia (28), una de las pocas andalgalenses en Aimogasta: https://www.facebook.com/vaanessa.vediia.

En diálogo periodístico con Pucará Noticias Andalgalá la emprendedora reconoció que es una labor que "requiere muchísimo sacrificio, sobre todo por las altísimas temperaturas que hay en la zona, pudiendo hacer hasta 45°", sin embargo, también confiesa que "gracias a este trabajo, al que me acostubré y valoro, puedo ayudar económicamente a mis padres como así mismo a mis hermanos, ya que vivimos el día a día como muchas familias del barrio 25 de Agosto, en Huacháschi sur".

Vanessa siempre se caracterizó por un espíritu de lucha, rasgos personales que le permitieron egresar de sus estudios secundarios en la Escuela Normal, y proseguir en la búsqueda de la superación individual. Lejos de los prejuicios, manifiesta estar dispuesta a desempeñarse en cualquier actividad honrada, "y ante la posibilidad de venir a la cosecha no lo dudé ni un momento, y hago mi mejor esfuerzo para ganar lo máximo que pueda como lo haría cualquiera" destaca orgullosa.

"Están pagando un promedio de 300 pesos la caja de aceitunas, y dependiendo de cómo estén las plantas, llego a juntar entre 10 y 20 en total de manera diaria", comenta la entrevistada, recordando que fue durante el 2.021 que llegó por primera vez para trabajar en este oficio. Agrega: "fue compleja la adaptación porque entro muy temprano y estoy durante toda la jornada, no obstante, es un placer conocer gente de muchos lugares dispuesta a aprovechar esta oportunidad porque la situación es difícil en todos lados".

Coincidiendo con otros testimonios a los que accedimos, Vanessa Vedia indica que es verdad que falta gente para la cosecha, en virtud que muchos priorizan un plan social, o la comodidad de un empleo con otras características. "Me gusta ocuparme en lo que sea, y ojalá que este año me vaya mejor que el que se fue porque no sé en verdad cuando tendría que volverme, y conseguir un empleo duradero está cada vez más difícil en Andalgalá" finaliza relatando.